7.5.07

Los rios del tiempo*

Atenco quemaba las manos. Era un erizo que, por donde lo tomaras, lastimaba y obligaba a definiciones y consecuencias (dos palabras que no existen en el vocabulario de la clase política moderna y, más recientemente, tampoco en el de la intelectualidad progresista).
Delegado Zero
* Que no pasen en vano

3 comentarios:

Sebastián Liera said...

No pasarán... gracias por la visita y el comentario... sigamos pa´lante compañera.

Carlos Garduño said...

oras, este no lo conocía.

Isa e Luis said...

Gostei muito de ler o teu blog, pelas ideias que contém.

Lamento nao saber escrever em castelhano, mas espero que entendas ler em português como eu entendo a leitura do espanhol.

Um português: Luis